martes, 27 de diciembre de 2016

TERRAZAS, EL DOCTOR QUE OPERA LAS MANOS CON EL CORAZÓN


El doctor Jorge Terrazas tiene la increíble habilidad de devolverle las alas a los ángeles, aquellos niños que por diversos motivos sufrieron algún tipo de lesión en sus manos que no pueden ser superadas sin pasar antes por el quirófano. Terrazas es cirujano de mano.
 
“El cirujano de mano es una subespecialidad, que abarca no solamente la parte de traumatología, que son los huesos sino también toda la parte de tendones, nervios, la piel. El cirujano de manos tiene que estar capacitado para enfrentar una lesión compleja que comprometa varias estructuras”, dijo Terrazas al intentar explicar la parte técnica de su trabajo, pero esas palabras son insuficientes para describir lo que en verdad hace, mejorar la vida de inocentes.

Terrazas lleva más de 20 años como cirujano. Es presidente de la Fundación SOS Mano Bolivia. Fue justamente gracias a esa fundación, a la Gobernación del Beni y al Banco Mercantil Santa Cruz que demostró su destreza y la de su equipo de trabajo, semanas atrás, en el hospital Materno Infantil de Trinidad, donde ocho menores de edad fueron intervenidos quirúrgicamente y que ahora tienen la oportunidad de crecer sin miedo a volar.

Los niños seleccionados llevaban una vida diferente a la de sus similares, no podían manejar alguna o sus dos manos, por lo que tenían dificultades para desenvolverse como los otros niños o iban creciendo con algún tipo de complejo. Terrazas siente esa frustración y la hace suya, tal vez sea por eso que lleva 14 años en la fundación mediante la cual realiza cirugías gratuitas en todo el territorio nacional.

“Son niños que si se les pregunta que se quieren operar te dicen que sí, porque se sienten con esa incapacidad, se sienten frustrados. Hay muchos que te dicen no puedo hacer la lección del colegio, no puedo jugar con los otros niños”, contó Terrazas y en su voz se siente que él no puede dejar que eso continúe sucediendo y por eso ayuda.

Explicó que algunos de los casos que atendió en Trinidad se originaron con los escapes de las motocicletas, que abundan en la ciudad. Resulta que los niños de uno o dos años llegaron a tocar los escapes calientes provocándose quemaduras que terminaron por afectar seriamente la movilidad de los dedos de la mano.

“Hemos visto casi 20 pacientes. Hemos enfrentado lesiones bastante complejas. Hemos podido operar ocho pacientes durante la campaña, dos por día (…) Se han realizado varios procedimiento en cada paciente, cerca de seis a ocho procedimientos por paciente, cosa que es difícil, es moroso”, precisó.

"En el caso de los niños con las manos quemadas, presentaban cicatrices retráctiles. Se unen los dedos, se retraen, la cicatriz forma cordones fibrosos que doblan los dedos e impiden la funcionalidad”, dijo. 

“Teníamos una niña que se quemó al año de edad y el dedo pulgar y los otros dedos estaban colados entre si, cosa que imposibilitaba utilizar esa mano. Ya son cinco años que está la niña así. Ahora pudimos separarle tres de los cinco dedos y en la próxima oportunidad separaremos los otros dos”, señaló confiado en volver a la ciudad para seguir colaborando. 

El cirujano dijo que la mayoría de las personas no están conscientes de la importancia de las manos, que es “la herramienta de trabajo más perfecta creada por la naturaleza”. Sólo cuando esta parte del cuerpo se lesiona nos damos cuenta del valor que tiene.

“El trabajador con el trabajo de sus manos va a garantizar el sustento de su familia. A veces una mano traumática en un trabajador representa la pérdida de sus ingresos, desde el inicio del trauma, y afecta a él y a su familia”, sostuvo el cirujano que cuando opera sus manos son guiadas por el corazón.