Nilda Saya Gualiane almorzaba a pocos metros de las bombas de combustible cuando dos desconocidos armados llegaron al surtidor donde trabajaba para llevarse el dinero de la venta del día.
Faltaban como dos horas para que Saya termine su turno de trabajo, regrese a casa y pueda abrazar a sus dos hijas menores de edad, pero los delincuentes la vieron intentando escabullirse y terminaron con su vida y sus ilusiones.
El proyectil pasó entre una pared y una movilidad de lujo, impactó en el rostro de la joven, le atravesó el cráneo y le causó la muerte por “hemorragia masiva”.
Los delincuentes habían disparado antes al aire para amedrentar a las vendedoras de combustible quienes sin poner resistencia se tiraron al suelo y dejaron que los hombres se lleven el dinero, en una cantidad aún sin especificar.
Al iniciar la fuga, los asaltantes dispararon de nuevo, esta vez contra la mujer. A sus espaldas dejaron a la joven madre tendida en el suelo sobre un charco de sangre, dos niñas huérfanas y a una ciudad acongojada por la inseguridad.
Apenas 24 horas antes, dos sujetos armados ayudaron a escapar a un reo del penal de Mocoví, identificado como Moisés Rojas, quien había exigido atención médica en el hospital Presidente Germán Bush.
El comandante Departamental de Policía en el Beni, coronel José Lanchipa, dijo “que es posible” que ambos hechos estén relacionados.
Aseguró que la policía no descarta ninguna hipótesis, incluso sobre la participación de extranjeros en el asalto.
Policías armados realizaron operativos de rastrillaje especialmente en las afueras de la ciudad, sector norte, en una zona llena de maleza, donde se creía que los asaltantes se escondían.
El coronel Lanchipa dijo que es probable que el arma de fuego utilizada contra Saya sea calibre nueve milímetros.
José Saya Noco, padre de la víctima, llora junto a su esposa por la muerte de su hija. Contó que trabajaba en el surtidor Chaparal desde hace dos años, aproximadamente.
El hombre se gana la vida como carretonero y su esposa vende pan de arroz para ayudar en el sustento familiar.
Ambos miran con temor el futuro por lo difícil que les resultará sacar adelante a sus nietas, las dos últimas víctimas de la creciente delincuencia.
jueves, 2 de agosto de 2012
miércoles, 1 de agosto de 2012
REO SE FUGA CON AYUDA DE DESCONOCIDOS ARMADOS
Un reo del penal de Mocoví se fugó esta mañana del hospital Presidente Germán Busch de Trinidad con ayuda de dos desconocidos armados.
El interno solicitó ser atendido en el nosocomio capitalino ante la falta de un galeno en el centro de reclusión.
Dos sujetos llegaron en motocicleta al lugar, dispararon al aire, redujeron al policía que escoltaba al recluso e iniciaron la fuga con rumbo desconocido.
En el hecho ninguna persona resultó herida, aunque el policía perdió su arma de fuego, de acuerdo a un informe extraoficial.
El director departamental de Régimen Penitenciario, Edwin Arce, explicó que el penal no cuenta con médico porque el sueldo que ofrecen es muy bajo para los profesionales de la salud.
Aseguró que desde hace meses cuentan con un ítem, pero ningún médico acepta el trabajo por el bajo honorario que recibiría por sus servicios.
Meses atrás, los reos organizaron una protesta por la falta de médicos en la cárcel trinitaria. En la manifestación dos reclusos fueron heridos con esquirlas de una escopeta cuando la policía intentó frenar lo que consideró un intento de fuga.