Una joven de 20 años de edad sufre de un crecimiento anormal de sus senos lo que le está provocando problemas para llevar adelante su embarazo.
El caso fue diagnosticado inicialmente como “hipertrofia mamaria”. Un diagnóstico preciso y respectivo tratamiento podrá ser elaborado después de que el bebé nazca.
Las glándulas mamarias de la joven son tan grandes que necesita de sostenes especiales para vestir.
La joven tiene siete meses de embarazo, es de condición humilde y pide ayuda para solucionar su problema.
Médicos locales y voluntarios extranjeros tuvieron oportunidad de examinarla y coincidieron en que el cuidado mayor debe estar en el desarrollo del embarazo.
El embarazo es de alto riesgo pero el feto se está desarrollando dentro de los parámetros normales.
El embarazo podría ser interrumpido dentro de cuatro o seis semanas una vez los galenos que la atienden estén seguros de que el feto podrá sobrevivir.
Los médicos también están preocupados por el “bienestar materno”.
Las mujeres con senos grandes y pesados tienen problemas físicos, pero también pueden padecer alteraciones psíquicas en grado variable.
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