La navegación en los ríos del Beni se está yendo a pique por el bajo caudal de los afluentes, informó el director del Servicio de Mejoramiento a la Navegación Amazónica (SEMENA), Cap. Amilcar Morales.
El departamento soporta una aguda sequía que se refleja en la poca cantidad de agua en los ríos que tradicionalmente son utilizados como medio de transporte entre comunidades pequeñas y grandes.
“Es preocupante porque ya las condiciones de navegación prácticamente están restringidas de Trinidad a Puerto Villarroel (al sur) y con muchas restricciones de Trinidad a Guayaramerín (al norte)”, informó.
Según datos del SEMENA, los ríos del Beni tienen niveles de agua por debajo de los registrados en los últimos diez años.
Ello ocurre en Puerto Villaroel, al sur del departamento del Beni, en Puerto Almacén en una orilla del río Ibare, cerca de Trinidad y en Los Puentes en el río Mamoré, también, a pocos kilómetros de la capital beniana.
La navegación está restringida para embarcaciones que tengan más de un metro de calado.
Explicó que desde Trinidad habitualmente se tardaba entre tres y cuatro días para llegar hasta Guayaramerín. Hoy, las embarcaciones que se aventuran a realizar la travesía ocupan entre dos semanas y 20 días para terminarla.
Una de las ventajas del transporte por agua es que tiene bajo costo y es masiva. Algunas embarcaciones pueden transportar la carga de tres camiones de alto tonelaje.
El capitán Morales cree que los propietarios de las embarcaciones, sin embargo, están trabajando a pérdida.
“Los que asumen el perjuicio son los transportistas fluviales que tienen que hacer una mayor inversión no solamente en combustible sino en horas hombre y en alimentación”, explicó.
El peor de los problemas es para las comunidades ribereñas que se están quedando desabastecida de productos.
A algunas sólo se puede llegar en embarcaciones y en ésta época es muy difícil hacerlo, otras utilizan transporte terrestre para abastecerse de alimentos y combustible.
La tendencia es que el nivel del agua en los ríos siga bajando por los próximos días, lo que podría agravar la situación de las poblaciones aisladas.
Se espera que el caudal se incremente dentro de dos semanas o a mediados de octubre después de que caigan las primeras lluvias.
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