El agua del río Beni abandonó las calles y viviendas del pueblo turístico pero la lluvia que cae en la zona continúa preocupando a los habitantes de Rurrenabaque, informó el alcalde local, Yerko Nuñez de Primero el Beni.
Al inicio de la semana, una fuerte lluvia hizo crecer al río que marca la frontera entre el departamento del Beni y La Paz. El turbión ingresó a Rurrenabaque y destruyó algunas viviendas, además de afectar a toda la zona comercial de la población beniana.
Estamos “preocupados porque el día de hoy (domingo) nuevamente ha llovido y hemos tenido otra vez un aumento del río. Gracias a Dios que no en la misma magnitud que en los anteriores día, pero el tiempo nos tiene permanentemente preocupados”, dijo Nuñez.
El Alcalde explicó que el turbión ingresó rápido y con fuerza a la población arrastrando algunos bienes materiales y dejando barro y piedras a su paso. Días después dejó la zona y permitió que los habitantes regresen a sus viviendas, pero con el temor de una nueva ola.
Las lluvias que continúan cayendo en la zona no permiten que los trabajos de reconstrucción se inicien.
Nuñez señaló que este lunes las clases podrían reiniciarse, si el tiempo lo permite.
Cerca de cien personas de comunidades vecinas se encuentran albergadas en una unidad educativa y en el Corregimiento local. Estimó que las personas albergadas puedan regresar a sus viviendas el martes o miércoles.
Reconoció que navegar por el río es peligroso y no permite que se llegue a otras comunidades, que probablemente necesiten ayuda.
Señaló que por el momento ha sido difícil estimar los daños reales provocados por la fuerza de la naturaleza.
Adelantó la necesidad de preparar un nuevo plan estratégico para proteger a la población de futuros fenómenos naturales.
“El Gobierno Municipal tiene que hacer muchos trabajos porque (el turbión) ha roto con terraplén, gaviones, defensivos que hemos venido trabajando durante estos diez años”, sostuvo.
Anunció la inversión de un millón de Bolivianos para la reconstrucción de las protecciones destruidas.
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