Un temblor de 6.7 grados en la escala de Richter se sintió en pisos superiores de los pocos edificios que hay en Trinidad, sin que se hayan reportado daños materiales ni personales.
El temblor se produjo en la provincia Moxos del Beni, a 60 kilómetros al sudoeste de la capital del Departamento, aunque en la ciudad fue casi imperceptible.
Roberto Pesoa, jefe de prensa de la televisión universitaria, se encontraba en su oficina en el piso cuatro del edificio de la UAB, a las 14.48 horas cuando sintió que todo se movía.
Pensó primero que era un malestar. Un segundo movimiento, casi al mismo tiempo, le hizo dar cuenta de que se trataba de un terremoto.
“Me acordé del derrumbe del (edificio) Málaga”, contó Pesoa quien dejó de editar la nota en la que trabajaba y llegó hasta la calle después del temblor.
En las gradas encontró a otros funcionarios de la universidad beniana quienes evacuaron el edificio ante el asombro de los empleados de los pisos inferiores que no sintieron nada.
Según reportes, en San Ignacio de Moxos tampoco hubo alarma por el movimiento de la tierra.
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