El Servicio Departamental de Salud (SEDES) “está trabajando a medias”, reconoció el director de la institución que depende de la gobernación beniana, Mauricio Rousseau.
Los trabajadores en salud cumplen un paro, desde la semana pasada, convocado por la Central Obrera Boliviana (COB) que demanda el incremento a su renta de jubilación.
“Se está trabajando a medias, porque los trabajadores de base están en sus manifestaciones (…) Entonces, el Servicio Departamental de Salud está trabajando a medias con todos los profesionales”, dijo.
Rousseau señaló que el Hospital Presidente Germán Busch suspendió la atención de consulta externa con la excepción del Servicio de Emergencias.
Los centros de salud también acatan el paro al igual que el hospital Materno Infantil.
La autoridad del área de la salud aseveró que, la atención al público, no fue suspendida en los cuatro centros de referencia que se habilitaron en la lucha contra el dengue en la capital beniana.
La atención a enfermos, también, fue suspendida en poblaciones como Guayaramerín, Riberalta y San Ignacio de Moxos.
Rousseau recordó que el gobierno declaró ilegal la huelga por lo que el Ministerio de Salud ordenará se descuente del salario de los salubristas por los días no trabajados.
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