viernes, 16 de julio de 2010

CUATRO ESTROPEADOS EN JOCHEO ´E TOROS EN SAN JAVIER

La música de la banda se oía desde lejos del corral, las notas musicales eran llevadas por el viento que soplaba desde el sur y que hizo descender la temperatura drásticamente.

El frío y el cielo vestido con sábana gris no mermaron las ganas de los javerianos de festejar con sangre a la Virgen del Carmen, aunque fue menor la cantidad de toros, jocheadores y espectadores que se concentraron la tarde del viernes en el corral de palma, en comparación a otros años.

Un toro bravo, blanco y liviano se batió con todos los osados javerianos que se atrevieron a entrar al corral como forma de demostrar su devoción a la Virgen del Carmen. No faltaron los lugareños de los alrededores e incluso aventureros de Trinidad que probaron suerte entre los cercos.

El torito estropeó al primer jocheador sin causarle gran daño. La estropeada sirvió para emocionar a los espectadores que se expusieron al frío y el viento con tal de mirar la jornada taurina.

Con el primer capítulo de peligro algunos se entusiasmaron al punto que saltaron del cerco para jochear al animal, mientras los cohetazos reventaban en lo alto. La gente se dio modos para observar la agilidad de los jocheadores, los acrobáticos saltos del toro y la fuerza de los jinetes que se aferraron al lomo de la bestia.

El segundo estropeado evitó la primera embestida y en el intento de fuga fue alcanzado en la cara por la cabeza del toro. Tendido en el suelo soportó un apretón y evadió otros hasta que logró salir del corral por abajo del cerco.

La gente disfrutó más del espectáculo porque se sentía el respeto de los hombres hacia el toro. Solo entraba al corral quien quería de verdad hacer lance a los cuernos y no como en la Plaza de la Tradición donde muchos llenan el corral sin jochear ni montar y perjudican al espectáculo.

Algunos creen que la cuarta víctima del toro no califica como estropeado. El toro más bien ayudó al jocheador a salir del corral, opinaron.

El hombre que viendo al toro casi encima intentó subir al cerco para escapar de él, pero el toro fue más rápido y en la segunda envestida alzó al hombre por encima del cerco provocando su caía de cabeza al otro lado.

La caída fue aparatosa, pero no pasó más allá del susto. Casi de inmediato el jocheador se puso de pie, blanco como papel, y aunque nuevamente trepó al cerco no se lo volvió a ver frente al agresor.

Los que llegaron hasta el lugar se fueron contentos por disfrutar un espectacular jocheo de toros donde lo único que faltó fue pelea entre borrachos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario