Dos mataderos de Trinidad fueron cerrados por orden del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG) porque, supuestamente, no cumplieron con todos los requisitos establecidos por ley para continuar funcionando.
Los propietarios cuestionaron a la institución estatal pero no se resistieron al precintado de las puertas.
Funcionarios del SENASAG acompañados de un fiscal y de un grupo de policías se trasladaron primero al matadero Frigom, propiedad de Alfredo Gómez, quien esperaba a la comisión.
En el lugar algunos trabajadores pintaban el lado externo de las paredes del matadero, el interior había sido pintado con anterioridad.
El responsable de Registro y Certificación de Inocuidad Alimentaria del SENASAG, Ebert Maita, inició el acta de cierre en presencia del propietario y del jefe Nacional Jurídico del SENASAG, Hernán Flores.
Posteriormente, los precintos de clausura fueron colocados.
Flores explicó que el cierre es temporal y el establecimiento podrá abrir nuevamente sus puertas una vez subsane las “no conformidad y observaciones” identificadas en inspecciones previas.
Maita recordó que desde hace años se intenta que los mataderos locales cumplan con los requisitos de higiene, registro e infraestructura.
La comisión después se trasladó a tres kilómetros de la ciudad, sector sur, a un costado de la carretera a Puerto Almacén, donde funcionaba el Matadero Frigorífico Marbán.
Maita cumplió nuevamente con el procedimiento, mientras que cerca de allí vacas y toros no dejaban de moverse en el corral.
Los propietarios de ambos mataderos habían sido notificados de la acción el 28 de septiembre. El representante legal de Marbán no firmó la notificación.
Los mataderos fueron cerrados luego de haber vencido el último plazo para que cumplan con los requisitos.
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