La asociación civil Medio Ambiente y Desarrollo en Acción (ENDA por sus siglas en inglés) trabaja en el Beni sin financiamiento extranjero desde hace tres años, y por ello busca ser autosustentable, indicó la directora de la organización en Trinidad, Olga Soliz.
La búsqueda de mejorar los ingresos propios comenzó con la recuperación del lavadero de motocicletas y automóviles de la organización, que fue construido a orillas de la circunvalación, sector Oeste de la ciudad.
Años atrás, el lavadero fue entregado a terceras personas en un trato que “salió mal” y no trajo los rendimientos económicos esperados.
ENDA necesita el dinero para continuar brindando la asistencia alimentaria a decenas de niños en la “Casa Tamarindo” de la ciudad de Trinidad.
La alimentación la brinda desde que comenzaron a trabajar en Trinidad, en 1991. Desde esa época reciben apoyo del Servicio Departamental de Gestión Social (SEDEGES) dependiente de la Prefectura, primero; y ahora de la Gobernación del Beni.
El SEDEGES destinó 100 becas alimentarias al mes para los niños que acuden a la Casa, ubicada a pocos metros de la plaza principal “José Ballivián”.
A la Casa Tamarindo acuden diariamente más de un centenar de niños y adolescentes, 63 de los cuales asisten de manera continua, tienen entre siete y 19 años de edad.
De manera intermitente asisten 230 niños, que viven o trabajan en la calle, “que ahora se los define como menores en riesgo social”.
El plato con comida no es gratis, los menores pagan un Boliviano para obtener el alimento que no puede proveérselo sus progenitores. El precio es para que ellos aprendan a valorar su dignidad.
Los niños que no van a la escuela deben pagar dos Bolivianos por el plato de comida, de esa manera se busca que quienes abandonaron el aula regresen a ella.
Son seis profesiones múltiples los que trabajan en ENDA en Trinidad.
A pesar de los problemas de financiamiento, la organización amplió su cobertura a la población estudiantil de alto riesgo, indicó Soliz.
La ampliación se realizó “debido a los cambios constantes que nuestras problemáticas sociales van sufriendo y viendo las necesidades más apremiantes de nuestra sociedad. La alimentación es lo más importante y lo más escaso para la población pobre”, explicó.
Soliz dijo que se mantiene el trabajo en el área social en el que se sigue la problemática social que los menores deben sortear. También mantienen el seguimiento y apoyo escolar, para lo cual cuentan con una “pequeña biblioteca” y juegos recreativos.
La Casa Tamarindo tiene su propio consultorio dental que brinda atención en horas de la mañana, a través de convenio. En el área de salud coordina con los hospitales y las postas barriales.
La mayor cantidad de menores que atiende la organización en el Beni están en Guayaramerín y Riberalta, 1600 chicos aproximadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario