Foto Ilustrativa |
Los días de angustia terminaron para una enfermera del
Hospital Presidente Germán Busch, que prefirió no identificarse por miedo a que
la despidan si cuenta su experiencia en el aislamiento que vivió al ser una de
las personas que entró en contacto con pacientes confirmados por coronavirus en
Trinidad.
Tras días largos de soledad y llanto, recibió los
resultados de laboratorio que hacen que el alma le vuelva al cuerpo. Ella no
fue infectada con el coronavirus, un examen de laboratorio lo confirma, por fin
puede volver a su casa, donde la esperan su esposo y sus hijos.
La enfermera no es el único personal médico que vivió esa
experiencia y la enfrentaron con diferentes grados de entereza. Sus colegas
desarrollaron los síntomas, algunos como ella fueron descartados, mientras que
otros fueron confirmados, ahora deberán esperar a que sus cuerpos puedan
resistir la enfermedad.
Contrariamente a lo que alguien puede pensar, la
enfermera prometió volver a su puesto de trabajo, convencida de que recibirá
los equipos necesarios para protegerse y poder ayudar a la población que necesita
asistencia médica.
“Está en mí, darles un pedacito de paz ante sus dolores”,
dijo.
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