Miles de feligreses participaron en los actos del Viernes Santo en la Catedral de Trinidad, dos años después de que fueron suspendidos por la pandemia del nuevo coronavirus.
La presencia de los católicos en la Iglesia había sido significativa, pero modesta el Domingo de Ramos y el Jueves Santo, dos días que forman parte de la Semana Santa. Incluso el viernes al medio día, cuando los sacerdotes leyeron las siete palabras, el número de asistentes a los actos seguía siendo modesto.
Al atardecer del viernes, el atrio de la Catedral se fue llenando de hombres, mujeres y niños que llegaban al lugar motivos por su fe. “Jesús ha muerto para salvarnos”, Jesús, desde la cruz, bendícenos”, son frases que impactaban en los presentes.
Se representó el Vía Crucis, la pasión y muerte de Jesús, luego se procedió a revivir el desclavamiento y la imagen de Jesús fue depositado en el Santo Sepulcro ante la vista de las autoridades departamentales y municipales, además de los asistentes que desbordaron el lugar.
Comenzó entonces la procesión del Santo Sepulcro por diferentes calles de la capital del Beni, con la participación del Cabildo Indigenal de Trinidad.
Las puertas de la Catedral permanecerán abiertas hasta el domingo, cuando se espera que Jesús venza a la muerte.
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