Roberto Fernández (centro) entregó a los marchistas invitación a dialogar
Indígenas de las tierras bajas del país decidieron aceptar la invitación al diálogo que les hizo el Gobierno, con la condición de que la mesa sea instalada en el lugar donde se encuentre la marcha.
Cientos de indígenas llegaron caminando al rancho Loma del Amor, ubicado a 125 kilómetros al Este de Trinidad en la carretera a Santa Cruz en su quinto día de movilización.
Los indígenas se levantaron muy temprano el sábado para tomar decisiones sobre su movimiento que demanda de autonomía plena y recursos naturales. Además analizaron las gestiones que realizó una comisión de marchistas en La Paz donde entregaron su plataforma de demandas al Gobierno de Evo Morales.
En esos momentos, llegó el político cruceño Roberto Fernández, quien en nombre del presidente Morales, entregó la invitación para reinstalar el diálogo.
Fernández aguardó unos minutos antes de que los indígenas decidieran aceptar la visita del ex candidato a la alcaldía de Santa Cruz por el Movimiento al Socialismo (MAS).
Cuatro guardias armados con arcos y flechas escoltaron al visitante desde su vagoneta hasta el lugar de la concentración.
En el ruedo, Fernández estrechó la mano de casi todos los presentes, les recordó el pasado solidario de su padre, el extinto Max Fernández, y reiteró que la solución a los problemas es el diálogo.
Afirmó también que pese a su candidatura con el MAS no es un funcionario de Gobierno y por lo tanto lo único que lo movía para estar en el lugar era la intensión de mediar en un conflicto que lleva varios días.
Entregó la carta firmada por el ministro de Autonomías, Carlos Romero, y se alejó del círculo de marchistas a la espera de una respuesta. Los arqueros volvieron a escoltarlo hasta su movilidad.
La carta firmada por el ministro Romero invitaba a los marchistas a reanudar el diálogo el sábado a las cuatro de la tarde en las oficinas de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT).
Representantes de las diferentes regionales se negaron a abandonar la movilización, expresaron su desconfianza en el ministro Romero quien supuestamente les había incumplido diferentes compromisos.
Se opusieron a dialogar “en el lujo” de una oficina y consideraron exigir la presencia del presidente del país, Evo Morales, para dialogar directamente sobre la problemática.
Reconsideraron esa posibilidad y redactaron su posición final: el diálogo se debe realizar en la carretera, donde se encuentre la marcha que se dirige hacia la ciudad de La Paz.
Para ello, una comisión de ministros y de parlamentarios debe alcanzar a los indígenas. Además del ministro Romero, piden la presencia del Ministro de la Presidencia, de Hidrocarburos, de Medio Ambiente y Agua, de Desarrollo Rural y Tierras.
El grupo también debe incluir a las parlamentarias Gabriela Montaño y Betty Tejada. Además de los representantes del sector en la Asamblea Legislativa Plurinominal.
Salieron después de almuerzo desde Loma del Amor y llegaron alrededor de las seis de la tarde a Puente San Pablo, frontera del Beni con Santa Cruz, a 145 kilómetros de la capital beniana.
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