Foto: Algunas estancias son rodeadas por el agua de lluvia, pero el líquido escurre rápido.
Las lluvias caídas en las primeras semanas del año 2011 son una bendición para la producción ganadera del Beni, comentó el responsable de Comunicación Social de la Federación del sector en el Beni y Pando, José Luis Ibáñez.
El agua hizo rebrotar el pasto y permitió que las reses tengan alimento.
“Hablando en el lengua más sencillo sobre lo que han significado las lluvias en enero y la primera semana de febrero, han sido una bendición.”, señaló.
“Ha habido una extremada sequía, no había pasto. Ahora hay bastante pasto, el ganado está comenzando a recuperarse”, añadió.
Ibáñez recordó que en los campos era difícil encontrar pasto natural, peor sembrado, que fue el primero en morir por la falta de agua.
El sector ganadero sufrió el 2010 una aguda sequía, seguida de quema de pastizales, infraestructura ganadera y mortandad de animales.
Las lluvias se hicieron esperar hasta los últimos días del año pasado, pero comenzaron a caer con más frecuencia desde enero.
Sin embargo, la Federación de Ganaderos del Beni y Pando (FEGABENI) está atenta a la subida del caudal de los ríos benianos como consecuencias de las lluvias en todo el país.
A los ríos del departamento llega el agua que cae en los vecinos Santa Cruz, Cochabamba y La Paz.
Ibáñez pidió a los ganaderos que tengan mucha precaución, que estén atentos a los reportes oficiales que sean emitidos sobre el nivel del agua en los ríos.
Precisó que la zona más “inundadiza” se encuentra en la provincia Marbán, en el sector de Loreto.
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