La dirigencia de la Federación de Ganaderos del Beni y Pando (FEGABENI) busca reunirse con el director nacional de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), Cliver Rocha, para analizar la problemática de las quemas y las sanciones que establecen las normas medioambientales, informó el gerente de la institución, Carmelo Arteaga.
La reunión podría desarrollarse a las cinco de la tarde de este lunes, de acuerdo a conversaciones sostenidas el viernes con el responsable departamental de la ABT.
Los ganaderos quieren plantear algunas sugerencias con las que se puede enfrentar el desastre provocado por la sequía y las quemas de pastizales e incendios forestales.
La ABT pidió una investigación para sancionar a los responsables de iniciar quemas en estancias ganaderas sin el permiso correspondiente.
“Nosotros estamos de acuerdo de que se busque a los culpables, pero que se haga de una manera adecuada. No por el hecho de que las quemas aparezcan en una propiedad, inmediatamente, se pueda culpar al propietario”, dijo.
“Es como cuando hay un robo en una casa y se les ocurra culpar al propietario de la casa”, ejemplificó.
Los ganaderos aseguran que no son ellos quienes prenden fuego a los pastos, sino comunarios vecinos que ingresan a las propiedades a cazar o pescar y que accidentalmente o de manera intencional encienden una pequeña llama que por la sequía se propaga rápidamente por la pampa.
También están invitados a la reunión representantes del sector indígena, campesinos, de la gobernación y de municipios.
En el encuentro pedirán una adecuación a la norma que regula los chaqueos.
“Es muy difícil de cumplir, por ejemplo, si hay quemas en un predio el propietario tiene que denunciar el hecho; pero tiene 72 horas para hacer la denuncia y eso es muy complicado, hay estancias donde sólo hay acceso en avioneta”, indicó.
El otro problema es que el propietario casi está obligado a presentar la denuncia en las oficinas de la ABT que funcionan en Trinidad, porque en las provincias son pocas y el personal casi siempre está haciendo trabajos de campo y no se lo encuentra con facilidad.
Por las quemas y la sequía, los ganaderos se encuentran en estado de emergencia. Los reportes de pérdidas llegan a la institución, pero el primer informe oficial saldrá en la tercera semana de septiembre que es cuando comienzan a caer las lluvias.
Sin embargo, este año, el agua comenzará a caer en el mes de octubre pronosticaron los especialistas por lo que el problema tiende a crecer.
Si el problema persiste, el Gobierno deberá declarar al departamento como Zona de Desastre y destinar recursos económicos para contrarrestar las pérdidas.
El sector sugiere al Gobierno comprar hidroaviones para combatir el fuego.
“Así como se ha comprado un avión presidencial se deben disponer recursos para adquirir aviones bomberos”, planteó Arteaga.
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