Habitantes de San Ignacio de Moxos instalaron un punto de bloqueo para frenar la marcha indígena que se opone a la construcción de una carretera que pase por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
Los ignacianos exigen que representantes de la marcha se sienten a dialogar con el Gobierno Nacional para que lleguen a un acuerdo y que la construcción de la carretera no se paralice.
El punto de bloqueo fue instalado en la tranca de control de tránsito vehicular en las afueras de San Ignacio en la ruta a San Borja.
En el lugar hay varias movilidades que no pueden ingresar a la capital mojeña y otras que ayudan a bloquear la vía.
La noche de este jueves, un centenar de personas se trasladó desde la población hasta la tranca de control que hay en la vía a Trinidad con el fin de no dejar entrar al pueblo a los marchistas si no se comprometían a dialogar. Desde allá se trasladaron al punto de bloqueo actual.
Momentos antes habían protagonizado una marcha por diferentes calles de la pequeña población de la provincia Moxos.
Los bloqueadores temen que la carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos no se construya por el pedido indígena. La construcción es financiada por el Gobierno del Brasil.
Luis Coseruna Jare, presidente regional del Movimiento Al Socialismo (MAS), dijo que “el pueblo se ha parado por nuestra carretera a San Ignacio”.
Eleuterio Semo Noza, dirigente campesino, aclaró que no estaban en contra de los marchistas sino en contra de dirigentes y autoridades de la provincia Moxos.
Semo acusó a dirigentes y autoridades de tener doble discurso.
Por su parte, Pedro Nuni, diputado especial del MAS y uno de los aludidos, quitó importancia a las acusaciones.
“Estoy en el movimiento indígena y como tal debo defender los derechos de los pueblos indígenas”, enfatizó.
Entre tanto, cientos de indígenas se acercan a San Ignacio de Moxos, se espera que lleguen al medio día, luego de pasar la noche a 12 kilómetros de la población. En caso de que lleguen a la capital folclórica beniana habrán recorrido 90 kilómetros en cinco días.
Los marchistas reiniciaron la caminata a las seis de la madrugada de este viernes. El número de caminantes es mayor a la cantidad de personas que salió de Trinidad. En el grupo hay hombres, mujeres y niños tanto del occidente como del oriente boliviano.
El representante del Defensor del Pueblo en el Beni, Luis Revollo, acompañó a la marcha en su quinta jornada de caminata como lo estuvo haciendo los días anteriores.
La marcha hasta el momento fue “absolutamente pacífica”, calificó.
A la cabeza de la movilización está la Confederación de Pueblos Originarios de Bolivia (CIDOB), respaldados por el CONAMAQ y otras regionales indígenas.
“La marcha no va a ofender a nadie, no lo piensa hacer, y corresponde seguir avanzando con la marcha”, dijo el presidente de la CIDOB, Adolfo Chávez, como respuesta a las contramedidas.
Aclaró que una vez lleguen a San Ignacio se reunirán para conocer la correspondencia oficial que les haya llegado y tomarán una decisión sobre los pedidos de diálogo.
El proyecto tendrá un costo de 415 millones de dólares. Los tramos I y III ya comenzaron a construirse. El tramo II es cuestionado por los indígenas que exigen que se realice la consulta previa.
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