Comunarios de la población de San Miguelito del Isiboro escucharon, esta mañana, explosiones en pleno centro del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Creen que son producto de un enfrentamiento entre indígenas y cocaleros en el sur del Beni.
No precisaron qué tipo de artefactos producen las explosiones pero temen que se trate de “cazabobos”, una especie de bombas fabricadas artesanalmente.
Los “cazabobos” fueron utilizados en el pasado por los cocaleros en su pelea contra la Fuerza de Tarea Conjunta que erradicaba sus plantaciones de coca en el Chapare.
San Miguelito del Isiboro está cerca de Santísima Trinidad, principal población del TIPNIS, y se encuentra a cuatro horas caminando del punto donde supuestamente se produjo el enfrentamiento. La comunicación es difícil entre uno y otro lugar.
Según lo que informó una maestra desde la comunidad, un grupo de indígenas de aproximadamente 70 personas intenta, desde el viernes, expulsar a los productores de coca en el sector sur del Beni.
El grupo de indígenas defiende su territorio del avasallamiento de colonos que ingresan desde el Chapare, en el norte de Cochabamba, para deforestar el bosque y sembrar coca en la región beniana.
Los indígenas se oponen a las labores del sindicato de cocaleros “16 de Octubre”. Semanas atrás habían hecho el mismo intento, pero fueron rechazados, algunos golpeados y todos expulsados de su propio territorio.
La profesora indicó a Radio Patujú que un contingente de policías acompañó a los nativos, ayer, pero horas más tarde salieron del lugar tras ser amenazados por cocaleros “armados con machetes”.
Los indígenas permanecen en la zona, de difícil acceso, y sus compañeros de la población San Miguelito temen que hayan sufrido algún tipo de agresión.
Según versiones de los comunarios del Tipnis, los cocaleros aseguraron que no saldrán de la región y amenazaron con llegar hasta las comunidades indígenas para quemar las viviendas.
Las mujeres de San Miguelito, que se quedaron en la comunidad, piden a las autoridades de la prefectura del Beni o a la policía que las ayuden. Tienen miedo a que los cocaleros quemen sus viviendas y las lastimen.
Desde la vecina comunidad de San Benito, los habitantes también escuchan detonaciones y reclamaron a las autoridades regionales una acción directa en la zona.
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