Un juez de Santa Ana de Yacuma fue convocado para resolver la excusa de otro magistrado en el proceso contra los presuntos responsables del asesinato de un abogado y funcionario judicial de Trinidad.
El juez David Ramiro Pérez Coronado, de la capital movima, fue llamado por su colega de Trinidad Marlene Arteaqa Vaca para formar el tribunal que decidirá la excusa presentada por el también juez José Alfredo Figueroa.
Figueroa se excusó de conocer el juicio oral contra los dos sospechosos de cometer el crimen del abogado Luis Felipe Pinto, hecho sucedido en noviembre del 2008 en Trinidad.
El juicio oral está dirigido contra la abogada Silenia Suárez, señalada como supuesta autora intelectual del asesinato de su propio marido. Además, la Fiscalía acusa a Bismarck Andrade, de ser el autor material del crimen.
El juez José Alfredo Figueroa en principio fue integrante del tribunal que conoce el juicio pero dejó de serlo para hacerse cargo de otras tareas encomendadas por la Corte de Justicia.
Con ese argumento, ha pedido ser apartado del caso.
La situación tiene origen, también, en la ausencia del otro juez del Tribunal de Sentencia, el abogado Jorge Monasterio, quien fue nombrado ministro de la Corte Suprema de Justicia.
Por eso, el pedido del juez Figueroa debe ser analizado, para determinar si procede o no, de acuerdo al código de procedimiento penal.
En el Juzgado de Sentencia de Trinidad, la juez Marlene Arteaga está esperando la opinión de su colega Pérez Coronado, de Santa Ana, para decidir sobre la excusa del otro magistrado.
Entre tanto, los dos acusados siguen con el beneficio de medidas cautelares. Ambos están con arresto domiciliario, pero con la libertad de salir en horas de trabajo y con la prohibición de abandonar la ciudad.
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