domingo, 24 de octubre de 2010

GANADEROS SE PREPARAN PARA NUEVOS RETOS DESPUÉS DE LA SEQUÍA

Ganaderos de la provincia Cercado se preparan para nuevos retos cuando todavía se sienten los efectos de la aguda sequía que golpea al sector en la mayor parte del Departamento y del país.

A pesar de la última lluvia, continúa faltando agua en las pampas benianas; aunque los aguaceros comenzarán a ser más frecuentes en las próximas semanas.

El dirigente del sector, Fernando Boehme, explicó que con la temporada de lluvias en puerta, los ganaderos deberán reevaluar sus condiciones de producción.

Para enfrentar la falta de agua, los productores pecuarios movieron las tropas de ganado a diferentes lugares. Una vez el líquido comience a acumularse de nuevo en las “aguadas”, el ganado deberá volver a las estancias de origen.

Con el ganado reagrupado, el propietario podrá contar su hato y clasificar a las reses que sobrevivieron al desastre natural.

En ese momento se podrán calcular las pérdidas definitivas y proyectar cómo enfrentar la administración de la propiedad, explicó Boehme.

Pondrán especial interés en el número de abortos y en la cantidad de terneros que existan para garantizar la producción de la próxima temporada.

También se evaluará el estado de salud de las reses, y las posibilidades que tienen de comenzar a ganar peso. Muchas reses que sobrevivieron a la falta de agua y pastos se encuentran flacas y enfermas, recordó el dirigente.

Normalmente, las vacas de mayor edad son las primeras que se destinan al matadero para abastecer la demanda de carne en el mercado; sin embargo, tardan más en subir de peso por lo que es probable que algún productor decida enviar al mercado reses más jóvenes que ganan peso más rápido.

Según Boehme, algunos ganaderos utilizaron dinero ahorrado para sobrellevar la sequía, mientras que otros recurrieron a préstamos con conocidos por la dificultad que tienen para acceder a créditos bancarios.

Existe la posibilidad de que la sequía de este año se vuelva a repetir el próximo, entonces los ganaderos deberán prepararse con la perforación de pozos semisurgentes.

Hasta ahora, las sequías eran enfrentadas con pozos cavados con tractores. Esas aguadas se convirtieron en trampas donde muchas reses murieron atascadas en el barro.

Los productores deberán conseguir recursos para pagar la perforación de más de un pozo semisurgente por estancia, a un precio estimado en seis mil dólares, cada uno.

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