La dirigencia de la IX Marcha Indígena analiza los pedidos que las organizaciones de tierras altas y bajas le hacen al Gobierno, mientras los marchistas se toman un descanso después de pasar angustiantes momentos en San Ignacio de Moxos.
La columna de la marcha llegó esta mañana a Puerto San Borja, a unos 22 kilómetros de San Ignacio. Había pasado la noche en la Estación Piscícola Mausa y se levantó muy temprano para llegar a la orilla del río Apere.
El primer punto es el rechazo a la consulta en el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure, que podría permitir la construcción de una carretera por el medio de parque. Los demás puntos serán consensuados entre los pedidos que hacen la CIDOB y el CONAMAQ.
Entre tanto, volvió la calma a San Ignacio aunque quedaron al descubierto las intensiones políticas que tienen algunas personas que impidieron el ingreso de los marchistas al pueblo.
Un grupo pidió la renuncia del alcalde Basilio Nolvani y del Subgobernador de la provincia Moxos, Sito Bejarano, ambos indígenas electos por voto popular con el respaldo del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Nolvani aseguró que ese grupo dice respaldar al proceso de cambio impulsado por el Gobierno nacional, pero que no tiene respaldo para dirigir al MAS en San Ignacio.
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