Un policía ingresó en huelga de hambre para pedir al Comando General de su institución que lo destine nuevamente a Yacuiba donde se encuentra su esposa embarazada y sus dos hijos menores de edad.
Richard Cuisa Villaroel inició el ayuno voluntario en el edificio de la Central Obrera Departamental del Beni (COD).
“Son ocho meses que mi familia está abandonada allá y no sé de qué forma poder ayudarlos desde acá porque me encuentro muy lejos de la ciudad de Yacuiba y la calidad de vida acá no me alcanza para más”, justificó.
Cuisa resaltó que como policía no gana mucho dinero y que al estar tan lejos de su familia realiza gastos que no los puede cubrir con su sueldo. La dueña del cuarto donde alquila le dio unos días más antes de desalojarlo.
Explicó que realiza el pedido ante sus superiores amparado en el artículo 62 de la Constitución Política del Estado que indica que “El Estado reconoce y protege a las familias como el núcleo fundamental de la sociedad y garantizará las condiciones sociales, económicas, necesarias para su desarrollo integral”.
El efectivo contó que fue policía en Yacuiba por diez años y que hace menos de uno recibió la orden de destino al Beni, por dos años.
Aseguró que otros camaradas recibieron la misma orden pero que estuvieron apenas tres meses y luego fueron trasladados a otros lugares. Dijo sentirse discriminado por esa situación e insistió en que lo envíen de vuelta a su hogar.
Este medio intentó comunicarse con autoridades policiales pero no fue posible.
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