Las máximas autoridades de la Pastoral Social Cáritas Bolivia discuten las formas de cambiar a la institución para adecuarla al proceso de cambio en el que se encuentra el país.
La décima asamblea nacional del organismo comenzó el lunes y tiene planeado presentar este jueves sus conclusiones. El lema del encuentro es “Por una renovada Pastoral Social al Servicio del Desarrollo Humano Integral”.
El monseñor Jesús Juárez aseguró que en los últimos días estuvieron trabajando entre obispos y ejecutivos de las pastorales sociales cáritas sobre los criterios que se deben aplicar para renovar el servicio de ayuda a los más necesitados.
“Hay que dejar ciertas estructuras que llaman caducas para que nuestro servicio cobre un mayor dinamismo dentro de la sociedad boliviana y en el contexto actual que estamos viviendo”, dijo Juárez.
El obispo de El Alto explicó que este martes echaron una mirada desde la fe a la realidad política, social, económica y religiosa que está viviendo Bolivia.
El miércoles, escucharon cuatro testimonios de dos obispos y dos secretarios ejecutivos de las pastorales sobre su experiencia en este servicio al pueblo.
En la tarde, se dividieron en grupos para profundizar el análisis sobre los principios y los criterios que se encuentran en el documento de renovación de las estructuras de servicio de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).
Con ese análisis se podrá ver “cuál va a ser el rol de la asamblea, el rol del Consejo Consultivo y también la relación entre la Pastoral Social Cáritas nacional y las pastorales regionales”, estimó la autoridad eclesial.
Por su parte, el monseñor Luis Saenz, presidente del Área de Promoción Humana de la CEB, dijo que buscan “un cambio dentro de la Iglesia”.
“Buscamos, también nosotros, adecuarnos lo mejor posible a lo que exige nuestra población, especialmente a la población más pobre a quienes Pastoral Social Cáritas sirve”, reconoció.
En cuanto al trabajo realizado durante la última década, monseñor Saenz afirmó que “se ha cumplido bastante bien el objetivo (de servir) aunque hay mucha cosa todavía que hacer”.
Los nuevos problemas y preocupaciones están “dentro de la justicia y dentro del respeto a la vida humana”.
Según el religioso, la Iglesia siempre ha trabajado por los originarios, los pobres, priorizando a los campesinos, a los obreros, a la gente marginada; sin embargo, los tiempos han cambiado y esos sectores ahora son protagonistas del desarrollo.
Entonces deben plantearse “nuevos apoyos con otras iniciativas creativas a fin de que este desarrollo vaya complementándose de una manera más eficiente y eficaz a favor de la gente necesitada”, subrayó.
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