Sobrevuelo en área inundada donde se observa que la carretera desaparece bajo el agua.Los choferes del Beni se encuentran en paro involuntario desde hace semanas por la inundación, dijo Silvestre Ramos, secretario de Relaciones de la Federación de Transportistas “18 de Noviembre”.
Los transportistas benianos respaldan el paro nacional del sector pero por los problemas que les ocasiona la naturaleza no lo acatan. Prefieren trabajar los días en que pueden hacerlo y no se los impide la lluvia.
La movilización nacional es en contra del Decreto Supremo 420, que sanciona drásticamente a los choferes que son encontrados conduciendo en estado de ebriedad.
Ramos explicó que parte del sector se ve afectado por el mal estado de los caminos que comunican a las poblaciones benianas. Muchas comunidades se encuentran aisladas y para llegar a ellas sólo es posible en bote o en avioneta.
Por ejemplo, parte de la ruta Trinidad - San Ignacio se encuentra bajo el agua hace más de un mes, lo que impide el paso desde la capital del departamento hacia el sector norte beniano.
El resto de las vías son precarias y las lluvias empeoraron su transitabilidad.
Los choferes gastan más en combustible cuando intentan transportar personas o carga en rutas en mal estado por lo que muchos prefieren no aventurarse a los lodazales.
La situación es diferente en la ciudad capital donde el agua perjudica menos y en la ruta Trinidad – Santa Cruz, que es asfaltada, pero que por casualidad hoy está bloqueada por arroceros.
Los transportistas benianos respaldan el paro nacional del sector pero por los problemas que les ocasiona la naturaleza no lo acatan. Prefieren trabajar los días en que pueden hacerlo y no se los impide la lluvia.
La movilización nacional es en contra del Decreto Supremo 420, que sanciona drásticamente a los choferes que son encontrados conduciendo en estado de ebriedad.
Ramos explicó que parte del sector se ve afectado por el mal estado de los caminos que comunican a las poblaciones benianas. Muchas comunidades se encuentran aisladas y para llegar a ellas sólo es posible en bote o en avioneta.
Por ejemplo, parte de la ruta Trinidad - San Ignacio se encuentra bajo el agua hace más de un mes, lo que impide el paso desde la capital del departamento hacia el sector norte beniano.
El resto de las vías son precarias y las lluvias empeoraron su transitabilidad.
Los choferes gastan más en combustible cuando intentan transportar personas o carga en rutas en mal estado por lo que muchos prefieren no aventurarse a los lodazales.
La situación es diferente en la ciudad capital donde el agua perjudica menos y en la ruta Trinidad – Santa Cruz, que es asfaltada, pero que por casualidad hoy está bloqueada por arroceros.
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