martes, 2 de marzo de 2010

SUMINISTRO DE CARNE AL MERCADO DEPENDE DE LA AYUDA QUE RECIBAN LOS GANADEROS


El suministro de carne al mercado está garantizada en la medida en que seamos capaces de resolver los problemas por los que atraviesa el sector con la inundación, dijo el gerente general de la Federación de Ganaderos del Beni y Pando (FEGABENI), Carmelo Arteaga.

Parte del hato ganadero del Beni come en el agua porque los campos están inundados por el rebalse de los ríos. Las reses pueden enfermar y morir si no recibe atención.

Los resultados finales dependerán de la respuesta adecuada que pueda dar el Gobierno al sector. Arteaga recordó que por el momento son privados los esfuerzos que se realizan para salvar a la principal actividad económica del departamento como es la ganadería.

Los ganaderos consideran que la ayuda gubernamental brindada es insuficiente. El ejecutivo puso como ejemplo que dos mil cabezas de ganado consumen al día dos toneladas de sal mineral, la misma cantidad que el Gobierno ofreció para que sea distribuida entre todos los damnificados.

El gobierno pretende que esas dos toneladas sirvan para paliar las dificultades por las que atraviesa cerca de un millón de reses que se encuentran amenazadas por el agua o las 500 mil que están damnificadas por la inundación.

Miles de reses fueron llevadas de estancias cercanas a los ríos a tierras más altas. Sin embargo, hay ganado en estancias inundadas. Las reses dejan la parte seca y se lanzan al agua donde están los pastizales para comer.

Si el ganado no come, aunque sea en el agua, enflaquecerá y morirá por debilidad cuando lleguen los vientos del sur, por eso, también se necesitan fármacos para fortalecerlos.

“Los animales menores mueren, los animales mayores se enferman, pueden tener problemas en las pesuñas, se arriesgan a que los muerdan las víboras, se pueden envenenar con el agua que se vuelve tóxica por la vegetación que se pudre bajo ella”, explicó.

Una inundación se traduce en pérdida para el productor, esa pérdida se traduce en menor oferta de carne y el riesgo de una mayor inseguridad alimentaria.

Arteaga explicó que no realizaron el cálculo de la pérdida de animales, tampoco de los daños a la infraestructura porque consideraron que es más importante realizar gestiones para apoyar y evitar que muera más ganado.

El gerente de Fegabeni recordó que el 2007 y el 2008 se esforzaron en recopilar datos y elaborar estadísticas que al final no tuvieron efecto para conseguir ayuda del Estado Central.

Los ganaderos no creen que sea real la cifra brindada por autoridades de Estado en sentido de que en la región murieron 1800 cabezas de ganado.

”No nos vamos a aventurar en dar una cifra que en realidad queda extremadamente corta”, señaló.

Reiteró la necesidad de contar con un embarcadero en área pública de Puerto Varador donde el ganado pueda llegar por agua en pontones y subir a camiones que lo lleven a tierras altas.

Desde hace varias semanas, las reses que llegan en las embarcaciones son empujadas al agua desde los pontones y luego llevadas al corral inundado que hay en el lugar.

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