Los pies de 12 ancianos indígenas fueron lavados, la tarde de este Jueves Santo, por la máxima autoridad de la Iglesia Católica en el Vicariato Apostólico del Beni, monseñor Julio María Elías.
La ceremonia religiosa se desarrolló en la Catedral trinitaria, madre de la Iglesia en el Beni, en presencia del Cabildo Indigenal, católicos trinitarios y ante la ausencia notoria de las principales autoridades del departamento y de la ciudad.
Los apóstoles indígenas entraron a la Iglesia por la nave central, al igual que las autoridades eclesiásticas, del Cabildo y monaguillos. Luego se acomodaron en sillas blancas de plástico cerca del altar mayor.
Los indígenas sujetaban con la mano derecha cruces de madera adornadas con flores, vestían camijetas blancas tradicionales y calzaban abarcas.
El obispo Julio María Elías, de rodillas, lavó con agua y secó con una toalla cada uno de los pies de los apóstoles trinitarios, como lo enseñó Jesús hace más de dos mil años.
El Obispo recordó que Jesús dijo en esa oportunidad “Les he dado el ejemplo”, para que el ritual sea repetido por los apóstoles.
Resaltó que el Hijo de Dios “vino no para condenar sino para perdonar” y que los apóstoles debían dejar que les lave los pies para que puedan entender lo que había venido a hacer a la tierra.
Al interior de la Catedral hacía mucho calor y algunos asientos de la parte de atrás estaban vacíos cuando comenzó la misa, pero poco a poco la temperatura fue bajando y la Iglesia quedó repleta con feligreses que comenzaron a vivir la Semana Santa.
Foto: Apóstoles indígenas antes del lavatorio de los pies
Foto: Momentos antes del lavatorio de los pies.
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