El Magisterio Urbano de Trinidad inició su segunda semana de paro indefinido en demanda de un mejor salario. Mientras que los rurales declararon un acuarto intermedio y continúan en emergencia.
Los maestros protestan desde el lunes pasado porque el Gobierno sólo incrementará un cinco por ciento del salario al sector.
La medida es cumplida por instrucción de su entidad matriz a nivel nacional, informó el vicepresidente del comité de huelga del magisterio local, Juan Heraldo Ira.
La semana pasada, protagonizaron diferentes marchas por las calles de la ciudad en diferentes horarios.
Ira negó que los maestros sean “enemigos de Bolivia”, como fueron calificados desde el Gobierno.
“Yo apoyo al proceso de cambio, pero debemos ser justos. Somos profesores y queremos la educación y que haya justicia”, dijo.
El documento del Magisterio urbano de Bolivia contiene siete puntos. El último de ellos rechaza la descentralización de la educación en el marco de la autonomía.
Ira explicó que el justificativo para rechazar ese aspecto no es ideológico sino económico. Los maestros se niegan a que las prefecturas o los municipios paguen sus salarios y sostienen que es mejor continuar dependiendo del Estado Central.
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