“Intentaron quebrar la fortaleza de mi hijo”, afirmó Zoilo Salces Paz, padre del ex militar beniano detenido preventivamente por el caso Rozsa, Zoilo Salces Sepúlveda.
El teniente coronel retirado fue llevado por varios juzgados de las ciudades de La Paz, El Alto y Oruro en busca de un juez de Medidas Cautelares que decida su situación legal.
“Pienso que la intencionalidad era acobardarlo, quebrarlo acabar con su fortaleza, física, psíquica y mental (…) Es una gran tortura psicológica a la que lo han sometido a mi hijo”, señaló.
Salces Sepúlveda fue imputado por los supuestos delitos de terrorismo y alzamiento armado. El fiscal Marcelo Soza ordenó días atrás la aprehensión de Salces, en La Paz. La juez Betty Yañiquez encontró, el martes, suficientes elementos para ordenar su detención.
El padre dijo que el hecho de no juzgarlo en su propia tierra es una violación a sus derechos. A eso se añade que lo tengan de una ciudad a otra en un clima diferente al que se desenvuelve, lo que puede causarle problemas de salud.
“Indudablemente es un gran abuso, un gran atropello a los derechos civiles y humanos de las personas”, enfatizó.
El profesor piensa que su hijo fue escogido como “chivo expiatorio”, aunque reconoció no saber “con qué intensión nefasta”.
Calificó de injusto su apresamiento. “No se puede apresar a una persona solamente por sus ideas. Yo pienso que solamente lo están apresando por autonomista”, comentó.
Lamentó que su hijo haya quedado sin el respaldo de otros autonomistas.
Salces Sepúlveda es el único beniano que fue detenido de un grupo de ciudadanos que se trasladaron desde Trinidad a declarar a La Paz por citación del fiscal Soza.
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