sábado, 29 de mayo de 2010

TOROS ESTROPEAN A VARIOS JÓVENES



Fotos: Manuel Vargas Lara.

Cuatro toros estropearon por separado a varios jóvenes que ingresaron al corral de la Plaza de la Tradición para vivir en carne propia “el jocheo”.

Fue la primera jornada taurina de tres que se realizarán en homenaje al 324 aniversario de la fundación de la ciudad de la Santísima Trinidad.

Tres blancos y uno azorrado dieron tremendos frentazos a jóvenes que hicieron las veces de toreros en el corral que estuvo lleno de gente por dentro y por fuera. Algunos también fueron pisoteados por las bestias.

Faltaban pocos minutos para las cuatro de la tarde cuando entró al corral el primer toro. Blanco, grande, con los cuernos hacia atrás para fortuna de los jocheadores.

Jorge Molina, bautizado como el lacero oficial del jocheo, lo jaló desde el corralito. No jaló mucho porque el animal tomó impulso para perseguir a la gran cantidad de jóvenes que tenía en frente.

Tras de su ingreso cayeron tres jovenzuelos que vieron pasar por encima o por un lado al enorme toro. Fue el anunció de que muchos de los que estaban presentes se irían con el orgullo golpeado y con la boca con polvo.

Quienes aparentaban haber tomado bebidas alcohólicas fueron víctimas fáciles. El animal a pesar de su enorme tamaño era veloz y casi en cada carrera golpeaba a quien se encontraba delante, mientras los otros muchachos corrían hasta sentirse seguros.

Un hombre con el dorso desnudo y polera negra en la mano se llevó la peor parte, no por la fuerza de los golpes, sino por la cantidad de los mismos. Después del quinto frentazo desapareció del corral con algunas marcas rojas en el cuerpo.

Otro hombre de camisa a cuadros plomos estaba seguro de que el segundo toro no lo alcanzaría. El animal había hecho varios intentos por cornearlo pero sin éxito. Confiado el vaquero no se alejó lo suficiente y de un momento a otro salió elevado por el aire ante el gripo de susto de la gente, seguido de risas y aplausos.

El hombre cayó de rodillas y al ver que su oponente había frenado después de la embestida, alzó ambos brazos en señal de que se encontraba bien, al levantarse escuchó algunos aplausos compartidos entre él y el toro.

Así es la gente que disfruta del jocheo, aplaude a la bestia y al hombre cuando el movimiento es atlético, grita cuando el jocheador está en peligro y ríe cuando la embestida es aparatosa.

Un sol radiante y agradable temperatura acompañaron la jornada taurina.

En cuanto a la gravedad de las heridas, sólo un joven terminó con la cabeza sangrando luego de una pisada del toro. El hecho ocurrió poco después de que el sujeto entró bailando al corral. A él le duró poco la fiesta del jocheo. No se lo volvió a ver después de la estropeada.

En el servicio de emergencias del Hospital Presidente Germán Busch informaron que hasta las seis de la tarde sólo atendieron a un sujeto. El desconocido fue llevado inconsciente por Radio Patrulla a 110. No estaba claro si era uno de los estropeados.

Nunca faltan las peleas entre jocheadores dentro del corral y en la faena del sábado no fue la excepción. El jocheo como diversión popular promete mucho para el domingo y el lunes, cuando se espera que el duelo entre hombre y animal se repita.










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