Los vecinos del barrio Cipriano Barace, también conocido como Paitití, comenzaron el sábado limpiando para enfrentar la proliferación de mosquitos y terminaron la jornada a oscuras por el corte de electricidad que afectó a la ciudad.
En la mañana, algunos vecinos recogieron los inservibles que se pueden convertir en criaderos de mosquitos aedes aegyti, transmisor de la enfermedad.
La basura fue colocada en las puertas de los domicilios a la espera de que alguien pase a recogerla; sin embargo, al final de la tarde los bultos se observaron en varias aceras de barrio.
También se limpiaron cunetas y rozaron patios y canchones.
Con maquinaria pesada, días atrás, se limpió parte del desagüe de la Av. Panamericana.
La campaña contra el dengue incluyó presencia militar. Conscriptos visitaron casa por casa y echaron veneno que elimina a las larvas de los insectos peligrosos que se desarrollan en los noques y estanques de agua.
Al igual que en la jornada del viernes, equipo de fumigación espacial continuó con el rociado de insecticida por las calles del barrio. Se necesitó más de una jornada para cubrir todo el barrio. Aunque la presencia del mosquito disminuyó, los vecinos todavía combaten a las molestias aladas.
Por otro lado, el corte en el suministro de electricidad se produjo alrededor de las cuatro de la tarde, se restableció luego por unos minutos y al final se extendió hasta aproximadamente las ocho de la noche.
Algunos comerciantes del Mercado Paitití optaron por encender velas y atender a los clientes cuando la luz natural se fue detrás del horizonte, mientras que otros prefirieron cerrar sus negocios para evitar la incomodidad que provoca la oscuridad y no arriesgarse a ser víctimas de algún robo.
Las calles del barrio lucen húmedas por la fuerte lluvia caída en días pasados. Los vecinos con cada lluvia tienen que darse modos para no mojarse los pies con el agua que se estanca en muchas rutas por el mal estado del drenaje.
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