jueves, 4 de noviembre de 2010

MATADEROS TRINITARIOS OPERAN CUMPLIENDO NORMAS SANITARIAS

Los cuatro mataderos que operan en Trinidad cumplen con las normas sanitarias, afirmó el encargado de Registro y Certificación de Inocuidad Alimentaria del SENASAG-Distrital Beni, Ebert Maita.

La afirmación fue hecha casi un mes después de que dos mataderos clausurados temporalmente corrigieron algunos aspectos en su funcionamiento y obtuvieron el permiso para volver a operar.

“Todos los mataderos cumplen con los requisitos sanitarios que se exigen para tercera categoría. Dos con registro sanitario y dos están tramitando dicho registro”, aseguró.

De acuerdo a las normas, las poblaciones que tienen entre 60 mil y 250 mil habitantes deben tener mataderos de categoría tres, siendo cuatro el más bajo y la categoría uno la más alta.

En Trinidad operan los mataderos Camal, Moxos, Frigom y Marbán, los últimos fueron clausurados el pasado 30 de septiembre.

Frigom y Marbán volvieron a operar después de que funcionarios del SENASAG verificaron que los centros de faeneo de reses habían mejorado sus condiciones de infraestructura, higiene y manipulación de la carne.

Los propietarios tramitan el registro sanitario después de pagar una multa, cada uno, de 1850 Bolivianos, añadió Maita.

Funcionarios del SENASAG, cada mes, realizan una inspección para verificar las buenas prácticas de higiene y para verificar la infraestructura y equipamiento de los mataderos, aseveró el Encargado de Certificación.

El 30 de septiembre de este año, funcionarios del SENASAG y un contingente policial clausuraron los dos mataderos. En ninguno de ellos encontraron resistencia aunque los propietarios del frigorífico Marbán cuestionaron la medida argumentando móviles políticos.

Los mataderos categoría cuatro son considerados municipales y pueden carnear un máximo de 15 reses al día.

Los mataderos categoría dos deben tener una infraestructura y equipamiento más completo que permita garantizar la inocuidad alimentaria. La carne puede ser comercializada a nivel nacional.

Mientras que el más exigente es el nivel uno, que permite comercializar carne a nivel internacional.

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