Un grupo de 60 maestros rurales se apostaron en las puertas de la Dirección Distrital de Educación para demandar un puesto de trabajo en la ciudad.
Entre quienes esperan un ítem está Miguen Angel Olivera, maestro que trabajó los últimos siete años en Rurrenabaque.
“Ya hemos cumplido con un requisito que es los años de provincia. Todos venimos aquí con nuestro año de provincia ya hecho. Yo como profesor he estado siete años en Rurrenabaque y creo que ya me corresponde acercarme al distrito de donde yo soy oriundo”, dijo.
El grupo de maestros y maestras están en la incertidumbre porque no saben si llegarán o no los ítems esperados para poder trabajar en Trinidad.
Pidieron a las autoridades una garantía de que les van a dar ítems. El último mes que cobraron sueldo fue enero y es probable que no cobren febrero porque renunciaron a sus cargos anteriores con la esperanza de impartir clases en la capital.
También pidieron transparencia en la designación de los cargos. Las autoridades les informaron que hay 128 nombres en una lista de espera.
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